jueves, 15 de noviembre de 2012

HISTORIA MERCEDITAS

Mercedes Strickler
Nacida en Humboldt, el 21 de diciembre de 1917
Desde pequeña y junto a su hermana menor Ernestina y sus padres, Alberto Strickler y Margarita Emilia Kahlow
continuó el camino emprendido por sus antecesores y de esta manera su rutina se tiñó de tareas propias del campo. A los siete años comenzó a colaborar junto a su padrastro -ya que su padre había fallecido cuando ella tenía solamente siete meses y tiempo después su madre se volvió a casar- en trabajos del tambo.
Todos la llamaban Merceditas, una bella campesina rubia y de ojos azules.

Ramón Sixto Ríos.
Nacido en 1913 en la antigua ciudad de Federación (Entre Ríos), migró a Buenos Aires en la década de 1930.
Fue un músico y guitarrista de Argentina y reconocido por haber compuesto la canción "Merceditas".

                          
Que dulce encanto tiene
en mis recuerdos
Merceditas
aromada florecita
amor mío de una vez.
La conocí en el campo
allá muy lejos, una tarde
donde crecen los trigales
provincia de Santa Fe.

Así nació nuestro querer
con ilusión...con mucha fe
pero no se porqué la flor
se marchitó y muriendo fue..

como una queja errante
en la campaña va flotando
el eco vago de mi canto
recordando aquel amor...

porque a pesar del tiempo
transcurrido es Merceditas
la leyenda que palpita
en mi nostálgica canción.

Y amándola con loco amor
así llegué a comprender
lo que es querer, lo que es sufrir
porque le di mi corazón-
                                              
                                  La historia
Merceditas vive en Humboldt junto a su madre, ya que el padre y su tan adorada hermana Ernesta, habían fallecido muy pronto.
De su sangre alemana muestra grandes ojos color cielo y una cabellera al viento que se confunde con los trigales. De grácil figura pero enérgica, de cadencioso andar y picaresco, dejaba entrever su carácter como buena descendiente de sus ancestros.
Un día llegó al pueblo -como era costumbre en esos tiempos-, una compañía de teatro que entre otros integraba Ramón Sixto Ríos. El encuentro fue mutuo: ella quedó fascinada por su actuación y a él lo impresionó el cielo de sus ojos y el trigal de su pelo. «Esa doncella será mía» -pensó. Acabada la función de teatro, continuó un divertido baile donde en ambos se encendió la chispa que no se apagaría jamás.

El vino a Humboldt con una compañía de teatro. Una noche después de cantar, en el intermedio del espectáculo, me invitó a bailar. Yo acepté ¿Por qué no? Bailamos un tango.Ese primer encuentro se produjo en el Club Sarmiento de Humboldt. Ella vestía un vestido blanco y lucía el cabello largo y enrulado; él tenía un traje cruzado y estaba peinado a la gomina.
Merceditas llamaba la atención, no sólo por su belleza, sino también por su espíritu independiente, inusual en las mujeres de la época. Solía presentarse en el pueblo sola, sobre una moto, con pantalones de tela de leopardo, botas y campera de cuero; montaba a caballo como un hombre y se iba sola de vacaciones a Córdoba. Era habitual que fuera el centro de los chismes y habladurías de los pobladores.
Ramón y Merceditas iniciaron una relación formal, que se mantuvo dos años, alimentado por las cartas que intercambiaban, ya que él vivía en Buenos Aires, a más de 500 kilómetros de distancia. Mientras duró la relación, Ramón iba esporádicamente a Humboldt a visitarla.
En 1941 Ríos decidió proponerle matrimonio, y para ello viajó a Humboldt con los anillos. Pero, inesperadamente, Merceditas rechazó su proposición:

Me gustaba pero de un momento a otro lo dejé de querer. Fue el día que vino con los anillos para comprometernos. No lo acepté. Ahí me desenamoré Yo no quería comprometerme. Se fue de vuelta con los anillos
En otra ocasión diría también al respecto:
Simplemente me arrepentí.

Se despidieron por última vez en la terminal de buses de Esperanza. Pese a la ruptura, Ramón y Merceditas siguieron escribiéndose varios años, hasta que ella dejó de contestarle en 1945. Él sin embargo persistió, varios años más, transmitiendo en las cartas el dolor que le producía ese amor no correspondido:
Con los meses y los años no le contesté más sus cartas, no quería que perdiera el tiempo conmigo. Y entonces empezó a mandarme más cartas, todas con versos muy tristes, que me hacían llorar. Todavía las conservo. Versos muy tristes le salían, porque yo lo había dejado.
Hasta que él también dejó de escribirle. La última carta dice:
LLegaste hasta mí como una rosa muy blanca para dejarse deshojar entre tus manos y morirse así, muy dulcemente, casi con placer. No puede ser de otro modo, pues solamente las montañas no se encuentran, pero las personas sí y si puede ser que alguna vez nos encontremos, ya sea en esta vida o en la otra, siempre será grato tener un recuerdo amable de todo.
De ese dolor surgió "Merceditas", la canción. Ramón Ríos la compuso en esa década de 1940, la grabó y la misma se convirtió en un éxito radial. La propia Mercedes Strickler recuerda el momento en que la escuchó por radio:
Enseguida me di cuenta: la letra tenía frases enteras que Ramón me había dicho personalmente
Ramón Ríos seguiría su vida y se casaría con otra mujer, de la que enviudaría apenas dos años después. En la década de 1980 una revista de Buenos Aires publicó una nota que incluía un reportaje a Merceditas. Al leerla Ríos le escribió una carta invitándola a ir a Buenos Aires, reencuentro que concretaron poco después. Él volvió entonces a proponerle matrimonio, pero ella lo rechazó una vez más. Se mantuvieron en estrecho contacto hasta la muerte de Ríos, el 25 de diciembre de 1994, cuando tenía 81 años. Su último acto fue legarle los derechos de la canción. Ella vivió hasta los 83 años y murió soltera a los 84 años, el 8 de julio de 2001. Hasta el último momento vivió con el sentimiento de que Dios la había castigado por su conducta
Mercedes: Yo lo quería mucho pero no estaba enamorada. Yo creo mucho en Dios y creo que cuando algo va mal es porque Dios me castigó.
Periodista: ¿Dios la castigó?
Mercedes: Si, porque yo lo dejé.
Mercedes Strickler Khalow, murió a los 84 años, el 8 de julio del 2001.
Terminó sus días soltera y con muchos problemas económicos. Falleció en la sala de Oncología del Hospital Esperanza de Santa Fe.
Ramón Ríos se casó con otra mujer pero su esposa falleció a los dos años. En sus últimos años, volvió a encontrarse con Mercedes Strickler, y volvió a proponerle matrimonio, aunque ella volvió a negarse. Falleció en Buenos Aires los 81 años y su última volundad fue legarle los derechos de autor de "Merceditas" a Mercedes Stricler.